Allá en Bajada....



El viento juega con los aromitos de la costa;
los aromitos de la costa sueltan su perfume al aire;
el aire pasea cerca de la costa;
sentados en la costa miramos perplejos al río;
sobre el río brilla un sol radiante;
el sol invade la tarde;
una tarde cargada de instantes infinitos;
instantes cargados de una magia inexplicable;
la magia de la costa, de los aromitos, del viento, del río...



Cómo no lo oyes, si suena como el silencio?
Qué distracción de este Mundo no te permite ver lo que las Tinieblas no pueden impedir?

Ha muerto esa parte, que casi a gritos sin sonido te miraba pronunciando versos de amor tan vívidos, tan sinceros, tan impronunciablementes prohibidos...

Tod Freund, meine Muse


Allí la encontré acurrucada, en un rincón de la habitación. Era una criatura indefensa, débil, de apariencia vulnerable. Así me pareció a primera vista. No pude más que intentar ayudarla, o no sé bien qué en realidad. Más tarde, ella mostraría su verdadera esencia.
Una incipiente tristeza,  y una profunda angustia poco a poco fueron parte de mi existir, a medida que este ser estaba más y más próximo a mi.

Cuando pude notar ahí cerca mi propio fin era demasiado tarde. Había dejado de parpadear, y ni siquiera lo noté, pronto respirar tampoco me fue necesario.
Se agotaron todas mis fuerzas, y ahí ella me tomó por completo, llevandome a mi inminente desaparición.
Acaso no lloré, no tuve miedo o clamé piedad?
No podía, algo en mí no me dejaba, no quería. Estaba ahora convencida.
Creo que no me despedí de nadie, nadie acaso me extrañaría. No creí tampoco dejar nada pendiente, ni ser indispensable para algo o alguien. Sólo sucedió, y hoy es cosa del pasado.
Vago descalza, en un vestido roído, buscando almas como yo, taciturnas, desesperadas, a quienes ya no les queda hálito de vida...

Caigo...


...no hay nada ya para mí aquí que me pueda sostener.

Lloro...

...apenas puedo abrir mis párpados, las lágrimas se ha llevado toda mi ilusión.

Imploro...

...a ese Más Allá para que me lleve... no quiero más.

Agonizo...

... y mi espíritu me va dejando de a poco


Muero...

...ya no hay más, hasta mi alma me ha abandonado.


Hay muchos días en que te extraño, eso que eramos por aquel entonces. 
Y extraño ese algo de vos, eso exacto que no sos, porque ya no sé bien si es a vos a quien extraño o a la idea que tengo de vos.
Eso que a lo mejor no es una reminiscencia de cuando estuvimos juntos. 
Será acaso una ensoñación diurna que poco a poco fue ganándose un lugar en mi inconsciente para luego devenir consciente y llegar hasta mi presente como si acaso eso tuyo fuera un recuerdo, y no es más que una idea que me formé de vos?
Dudo a veces si en realidad nos conocimos, si ese tiempo que recuerdo lo vivimos realmente vos y yo; o si acaso eso es solamente una ilusión, los lugares,las risas, los aromas, o si fui yo quien te creé dentro mío como si acaso yo alguna vez fui tuya. 
Ya no sé quién sos, ni qué extraño, y te amo aun sabiendo que jamás exististe...

Otoño en abril

Frío en las calles llenas de hojas ocres y crujientes. Voy en mi andar pausado, pisoteando buscando notas prohibidas.
Respiro hondo, y entierro entre mis ojos las lágrimas lascerantes que corroen mi piel en camino a esa nada.
He perdido mi voz, no he hablado en semanas, en realidad creo que pasaron meses. Desde que te fuiste no he querido ver a nadie, he desaparecido de todos.
No recuerdo la última vez que te hallé en mi sueños, creo que ya no está en mi memoria; te has convertido en pura melancolía. Ya no espero nada. El viento seco y helado de abril me llevará hasta quién sabe dónde, y yo solamente me dejo, como si fuera una pluma a merced de la más suave brisa.
Escribo en mi cabeza, con esa tinta invisible que crece en los pensamientos. Al llegar a la hoja de papel mueren como si su único fin fuera justo ese

Sábado antes de Pascua

 Crujido de girasol
un juego de solitario empezado,
los perros y su siesta larga,
mi desvelo de la tarde entrada en noche.

El techo cada vez más cerca,
los ruidos que crecen,
el mensaje que no llega,
otro sábado perdido

No quiero levantarme,
esta remera gigante ya es parte de mi.
El acolchado no quiere soltarme
y las sábanas tibias piden que no me vaya,

Cómo resistir a tal mandato
la pereza se ha vuelto mi hermana
No hay risas ni llanto, sólo estasis.
Hasta la tinta se detiene, no escribe más.

Tarde de carnaval

El viento de febrero llevó mi alma a un verano que se perdía entre la lluvia.
La soledad invadía la casa y se iba haciendo partícipe de mi rutina.
Los perros dejaron de ladrar, sólo dormían a mi lado las mismas horas que yo, con las miradas disueltas en mi llanto.
Yo ya no era, no estaba. El vacío y la congoja tomaron por completo mi vida, me dejaron así, como muerta en vida yaciendo delante de una realidad inventada.
No tengo fuerzas, no quiero seguir. es miedo, es cobardía, es desgano o es falta de ser?
Creo que no puedo, hoy no, no sé si mañana, si es acaso esto  lo que me fue deparado, o si quizá esto es lo que yo escribí para mí.

Por la ventana...

Te vi pasar x la ventana…cuando salí a la puerta te habías desvanecido. Hacia dónde ibas? Será acaso que me esperás en nuestro banco? Corro hacia la esquina pero no logro hallarte.
Te has ido una vez más, como aquella vez, hace ya 10 años cuando me despediste en aquella esquina.
No sabía que seguías acá, en este pueblo marcado por la desolación y la nostalgia. No supe más de vos sino por la carta de  uno nuestros cofrades hace unos meses atrás diciendo que habías regresado y darías un concierto.
En algún punto sé que no miraste porque sí a la librería, sabías que estaría aun ahí…a dónde más iría?
Traté de olvidarte, de repetirme una y mil veces que estabas perdido, o confundido con una vida que creés única, me creí la idea de que un día tu talento te traería una vez más a la cordura. Pero seguís cayendo en el abismo de la idiotez, obnubilado x los brillos especulares.
Nada es más real que aquel verano, nuestros planes, mis letras y tu música.
Espero el atardecer en el umbral de casa, sentada en las escaleras, mirando en el horizonte de la vereda por si te has arrepentido y querés volver.  
Muere el sol y con él el último hálito de algo que pudo ser aquello que siempre esperé.

Un sueño de invierno...

La mirada hacia la nada,
las lágrimas secas,
la angustia en la garganta,
el grito en mis labios apretados.

Mis manos sumidas al estrujar mi alma
para que no se salga, para que ya no duela.
La ira que pulsa desde adentro
y la melancolía que se adueña de mi cuerpo.

A través de la ventana caen hojas
se pierden con el viento por las calles.
Yo busco desandar mis pasos
y la pereza me atrapa en el puro invierno.

Ya todo me parece no importar
y los días se hacen años,
y mis canas salen de a veinte, 
los sueños todos rotos...

A lo lejos mis dos hijas
allá en la casa aquella,
sus risas están perdidas,
la vida, la alegría.

Ya no serán y las extraño,
nunca fueron, tampoco yo.
Ni el arte, ni la madre,
ni la entrega, menos el amor.

La estasis ha regresado,
se ha quedado como dueña.
La dejo, no resisto,
muero, y todo aquello también.

Éramos tres, ahora ni yo, 
esto que ha quedado no es mío.
se disfrutan como buitres mi espíritu
ya no siento, caigo.

Lejos la casa blanca,
Ni siquiera la hallo,
Todo aquí es desorden, color,
Perdición, extrañeza.

¿Cuánto ha pasado?
Desconozco lo mío propio,
Me van tomando prisionera,
Me llevan, no me resisto.

Despierto de pronto,
De sueño todo se volvió pesadilla.
Y yo soy esto, nada más.
Grito, lloro, pero no hay nadie más...



El balcón y la lluvia

Abro la ventana que da al balcón y me asomo, comienza la noche de a poco. Ese olor mágico e indescriptible de la lluvia entra de pronto a la cocina y revolotea en la cortina.
Todo el ambiente se llena de esa rara sensación de renovación, frescura, como si algo muriera de pronto para dar nacimiento a algo nuevo.
El alba de mañana tendrá otro color, el verde de mis plantas estará más vivo que nunca.
Yo misma soy diferente después de una intensa lluvia, como si se llevara aquello que duele, que preocupa...
Lo respiro otra vez, quiero sentirlo.

Mañana de Marzo...

El café con leche quema el alma, 
el desayuno es monótono y sombrío,
mi mirada se ha perdido, desvanecida
en el fresco de la mañana.

De fondo los ruidos apenas perceptibles
del barrio hacen un eco en la cocina,
la ventana sin sol desluce las plantas
tristes testigos de mi vida rutinaria.


El peligro no es algo que me preocupa,
duele más la incertidumbre, 
el peso de una traición que antes fuera 
sólo un fantasma de un pasado más que lejano.

Y ahora los días no tienen sentido,
la casa vacía de eso que antes la llenaba.
El otoño se avecina, los fríos, la soledad
y con él la quietud eterna del artista.

Depto en ocaso


Luna de fines de octubre
una espera interminable
los ladridos de los perros
el bullicio lejano.

El frío de la noche
un cuerpo cansado
la televisión y su murmullo
una silla vieja en un rincón.

Sopa esperando sobre la mesa
un cuadro recién pintado
flores escondidas hasta mañana
vecinos que charlan...


El sueño da sus primeros indicios
un celular que no suena
uñas rojas y crema de mano
pies entalcados sobre la cama.

Una ventana entreabierta
habitacion de lavanda
zapatillas descansadas
el canto de ua lechuza.

Las hojas del gomero
y un grillo que chilla de fondo
olor a tierra mojada
y un gato que camina en el techo...

Noviembre eterno...3

Y un día te fuiste, tras la brisa calurosa de un diciembre denso y odioso.
Nunca fue tan complicado, nada acaso fuera más difícil.
Dónde se fueron tus palabras, tus dibujos, tu música?
En dónde te quedaste, que jamás nunca supe cómo volver a encontrarte?
Qué nos pasó, qué hizo que lo nuestro no fuera?

Mis huídas, nuestros encuentros extrañados, distantes, escondidos, mágicos.
Nuestras escaleras están en el mismo lugar, a veces paso, te busco, como si estuvieras allí, esperandome para sorprenderme...Llegué ese día nefasto, como dijimos días antes,
esperé como siempre a tus pasos sigilosos,
pero no te apareciste ahi, ni en ninguna otra parte.

No me has extrañado? Acaso esto es mentira o aquello otro lo fue?
No me resigno a quedar sin explicación alguna, me detengo en cada detalle,
cada palabra, si alguna alusión hizo que llegara a este desenlace. No encuentro nada, sólo preguntas.
Llevo mi atril a nuestros lugares, pinto tu pelo por entre el paisaje, oculto tu risa tras lo verde del Parque, encuentro tus ojos reflejados en el río, transparentes, tibios, y el perfume del verano se lleva para siempre nuestro amor y se pierde por completo entre la espesura de los árboles.

Noviembre eterno...2

El sonido de tu voz en el eco del silencio
las risas opacadas por desencuentros varios,
la invasiva ansiedad que domina nuestros actos,
los ojos lluviosos y atormentados,
lo que no podrá ser y no será jamás.

El juego de nuestras miradas risueñas,
nuestras manos húmedas escondidas en el mundo,
la sombra de los árboles cubriendo los latidos,
la brisa y los perfumes llevando nuestras almas,
el baile es ahora interminable...

Tu cabeza despeinada,
la caricia de tu voz en mi oido,
tu respiración perdida con la mía,
nuestros cuerpos atentos y expectantes,
y un noviembre que no creía en despedidas

Las caminatas frías, los besos, la agonía;
los dibujos, el libro y mucho champagne,
otra placita, otro banco, miles de promesas;
Y el pintor apuñala a su amada...
por celos, por rabia, o por amor?




Noviembre eterno...

Poca gente en las calles,
las luminarias no cierran aun sus ojos,
nuestras miradas no necesitan de nada más,
la complicidad es nuestra única compañía.

La Plaza nos esperaba
un banco fue testigo de nuestro primer beso
tus ojos me dijeron todo,
pregunté de todos modos y me perdi por completo.

Qué hacemos ahora, eso cambió todo
mi vida dejó de ser eso que era
ya no era dueña de mis actos
sólo vivía porque estabas.

Ese noviembre en tarde fue eterno
apenas si me recordaba.
Las caricias, la ternura
con tus abrazos moría mi dolor.

Las risas, las sábanas,
el rock en el aire...
El grafito de tu lápiz
y un dibujo con mis manos.

Recuerdo la ultima vez, a tu cuerpo pegado a mi,
la eternidad de tu cariño y tus ultimas palabras...
Nos dijimos chau con mirada triste y perdida
y fue en ese instante en que te perdi para siempre.

Jamás entendí el porqué
sólo sé que me dejaste ahí sola
Y a tu regreso ya no eras vos
no sé quién eras, te quedaste donde te fuiste.

Pasó tiempo hasta que hablamos
nunca vlviste a ser igual
no sé acaso si me odiaste,
ni yo porque no dejaba de amarte.

Y me fui llorando por las calles
mi alma quedó en una de las esquina.
Eso que fui con vos no fui más
esa parte es tuya, de nadie más.

Hoy te miro desde lejos y vos a mi,
sé que no podés conmigo si estoy cerca.
Y en ese instante dejás de ser eso para ser vos
y yo no soy la misma que ahora para volver a ser tuya.

Estudiando...

Rayos, lluvias y truenos
Sinfonía de sonidos
El patio, las flores
el verde, el cielo.

Lágrimas en la ventana,
papel y birome negra
el frío, la bufanda,
medias mojadas y alpargatas.

Girasoles y mate,
mis pies cerca del fuego.
El subrayado y los colores,
la carpeta, mis anteojos.

El sueño y el cansancio,
los espejos del ropero,
cama ruidosa de antaño,
mesita de luz de mármol.



Poema que encontré entre mis papeles en la época en que empezaba la Universidad, cuando iba a cas de mi tía Olga y llevaba mis apuntes allá.

Der andere tod

Como si doliera menos, como si sentir el frío puro del invierno anulara la anguistia.
No es temor de morir, sino el advenimiento de la muerte misma; sentida en el alma en su plenitud, desgarrando cada sueño, cada ápice de esperanza, allí sólo hay desconsuelo; la desolación completa de sensaciones.
Se escucha de lejos un latir infinito que resuena en la habitación como un eco ominoso.
No hay nada más, todo está putrefacto, roído y falto de vida.
Sólo queda el cuerpo, inerte y sin aliento. Yace sobre la cama pidiendo en un llanto sin sonido el inminente fin, la destrucción de cada célula de lo que antes fue.

Mayo...

El hastío de los días...................................................................cansada ya de todo esto
el crujir de las hojas amarillas,..............................................................prefiero el otoño
el sol agotado a las 18,30;.....................................................................se me va la tarde
el sueño de la solapa,...................................................................................sigo acostada
la lentitud de la noche,..................................................................y no me puedo dormir
el llanto de la quietud,.................................................................una angustia estancada
la inteligencia holgazana,.................................................................es lo que lo que soy?
la espera agonizante,..........................................................................parece nunca llegar
la amargura incipiente,......................................................................o aparece porque sí